Monte Beriáin

Monte Beriáin
Monte Beriáin (San Donato). Foto cedida por Víctor Abendaño

viernes, 9 de octubre de 2009

Agujeros negros

Los agujeros negros han sido durante muchos años uno de los objetos celestes más enigmáticos. ¿Qué son realmente estos sumideros interestelares?
Todos los asteroides, planetas y estrellas poseen un campo gravitatorio a su alrededor. O lo que es lo mismo, atraen a otros objetos. Imaginemos que lanzamos una pelota de tenis a 100 km/h en dirección al cielo ¿logrará escapar de la gravedad terrestre? No. Para escapar de la Tierra necesitaríamos que la pelota alcanzara una velocidad de 39 600 km/h. A esto se le denomina velocidad de escape. Sabemos que la velocidad máxima que puede alcanzar cualquier partícula conocida es de 300 000 km/s, la velocidad de la luz. Podríamos preguntarnos ¿existe algún objeto tan denso cuya velocidad de escape sea superior a la velocidad de la luz? Estos son los agujeros negros.
La idea de los agujeros negros fue propuesta ya en 1783 por el inglés John Mitchell, quien calculó que la luz no escaparía a un cuerpo con 500 veces el diámetro del Sol y de igual densidad.
La existencia de los agujeros negros no fue demostrada hasta hace pocos años. Ya que por sí mismos no emiten luz -es evidente, no la dejan escapar-, se buscaron en sistemas binarios.  En los sistemas dobles en los que existen agujeros negros y estrellas normales, normalmente el monstruo de las estrellas engulle las partes exteriores de su compañera. Se crean discos de materia alrededor del agujero negro que va cayendo en forma de espiral al interior del agujero. La materia al girar se forma cada vez más rápida se calienta a altas temperaturas y llega a emitir en rayos X.
Los astrofísicos encontraron algunos de estos sistemas binarios fuentes de rayos X. Calculando las masas de sus componentes, llegaron a desmostrar la existencia de varios agujeros negros.
Ahora bien ¿cómo llegó a formarse el agujero negro? Esto es lo que han venido a responder los investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en colaboración con un grupo de la Universidad de California en Berkeley mediante observaciones realizadas con el Telescopio Keck I de 10 metros en Hawai.
El objeto de estudio es la Nova Scorpii 1994. Estudiando la descomposición de luz de la estrella normal de este sistema se encontraron en su atmósfera trazas abundantes de elementos pesados como el oxígeno, magnesio, silicio y azufre, en una cantidad 10 veces mayor de la que podemos observar en el Sol. Estos elementos tan pesados son extraños de encontrar en las estrellas de tipo solar, formadas casi en su totalidad por hidrógeno y helio.

De estrella a supernova.

Según la teoría de la Gran Explosión, en el comienzo el Universo sólo se creó hidrógeno y helio en abundancia, el resto de elementos originales se encuentran en cantidades meramente presenciales. El carbono, hierro, silicio e incluso oro y plata que existen en la Tierra fueron creados en las estrellas, pero no en todas las estrellas. En realidad, las estrellas son fábricas de átomos. Gracias a la gran densidad y temperatura que existe en su interior, consumen elementos ligeros y los convierten en un elementos más pesados.  Como subproducto de la conversión se emite energía. Esto es lo que se llama fusión nuclear.
En las estrellas parecidas al Sol, sólo se puede llegar a fusionar el hidrógeno en helio, y el helio en carbono. Su vida es de varios miles de millones de años y mueren como estrellas gigantes rojas, frías, expulsando sus capas exteriores al espacio en forma de nebulosas planetarias y dejando el núcleo al descubierto: una enana blanca.
Las estrellas que son más masivas que el Sol mueren muy rápidamente, del orden de varios millones de años. Las fases por las que pasan son:




hidrógeno -> helio
helio -> carbono
carbono -> neón
neón -> oxígeno y magnesio
oxígeno -> silicio y azufre
silicio -> hierro
Cuando una estrella de este tipo intenta fusionar el hierro en algo más masivo, se da cuenta de que este proceso no emite energía, sino que la necesita. Sin su pilar -la energía de fusión- el "edificio estelar" se desploma instantáneamente.
El proceso no está del todo claro, pero parece que en el desplome se produce una onda de choque de inmensas proporciones que se desplaza al exterior. En su encuentro con la materia de la estrella, la onda de choque aumenta la temperatura local de forma drástica y por unos instantes se fusionan átomos. La explosión hace añicos la mayor parte de la estrella. La explosión, rivaliza en brillo durante semanas con el resto de miles de millones de estrellas de su propia galaxia. Este evento se conoce como supernova de tipo II.

Novas, supernovas, hipernovas y agujeros negros.

No toda la estrella sale expulsada al espacio exterior. Buena parte del núcleo implosiona y genera un nuevo cuerpo, que depende de la masa que haya quedado. Los púlsares son faros estelares que emiten pulsos de energía por sus polos magnéticos. Los púlsares son estrellas de neutrones, con sus polos magnéticos dirigidos hacia la Tierra -por eso los vemos pulsar-. Una estrella de neutrones es un cuerpo celeste realmente complejo, porque la densidad y presión ha sido tal que los protones y electrones originales de la estrella se han combinado para formar neutrones. Hasta ahora se había demostrado efectivamente que algunas supernovas generan estrellas de neutrones. Pero el núcleo de otras supernovas es más masivo y logra convertirse directamente en agujero negro: un cuerpo que podría ser infinitamente pequeño y en el que las leyes que rigen en su interior se nos escapan -quizás solo por ahora-.

El descubrimiento.

Por fín, los investigadores del IAC y de Univeridad de California han demostrado que las estrellas de unas 30 masas la del Sol generan un agujero negro estudiando la Nova Scorpii 1994.

Se usó el Telescopio Keck I, el más grande del mundo, situado en Hawai, para registrar el espectro del sistema y así conocer la evolución de su composición. El grupo se encontró con que la atmósfera de la estrella "normal" presentaba abundancia mucho mayor de lo esperado de elementos pesados tales como el oxígeno, magnesio, silicio y azufre. Como hemos visto, estos elementos no se encuentran en las atmósferas de las estrellas de tipo solar. ¿Cómo llegaron a la atmósfera de la estrella?




[Composición comparativa de GRO J1655-44]
Según han explicado en Nature, una estrella de entre 25 y 40 veces la masa del Sol habría explotado como hipernova. Parte de la estrella colapsó generando el agujero negro y el resto del material de la estrella, en su mayor parte en forma de oxígeno, salió expulsado a gran velocidad. Este material habría llegado a la estrella compañera.
El equipo de astrofísicos ha puesto de manifiesto que la abundancia relativa de estos elementos en la atmósfera de la estrella coinciden con los que generaría una hipernova. Las hipernovas son supernovas con una explosión mucho más violenta que se propusieron el pasado año para explicar la emisión de rayos gamma por una supernova, como el GRB 980425 en la galaxia ESO 184-G82 (la otra explicación era el choque de dos estrellas de neutrones). Otras comprobaciones adicionales incluyen la de la masa del agujero negro resultante, que también coincide con las predicciones.
Esta investigación coincide con las realizadas de forma independiente por un equipo de la Univerisad de Tokyo, liderados por el profesor Ken Moto.

Últimas palabras.

En realidad, existen estudios que relacionan las extinciones masivas con la ocurrencia de supernovas cercanas al Sistema Solar, que podrían volatilizar las capas altas de la atmósfera y rociar a la vida sobre la Tierra de partículas cósmicas. De hecho, los astronómos están muy atentos a la evolución de eta Carinae, en el Hemisferio Sur, una superestrella de nada menos que 100 veces la masa solar y a sólo 7500 años luz de nosotros. eta Carinae es una candidata a hipernova con todos los boletos comprados, la cuestión es ¿cuando se celebrará el sorteo?


6 comentarios:

  1. El Agujero Negro Supermasivo Más Distante Hallado Hasta Hoy

    Tomotsugu Goto de la Universidad de Hawái y sus colegas han descubierto una galaxia gigante en cuyo centro anida un agujero negro supermasivo, el más distante encontrado hasta el momento. La galaxia, tan lejana que se ve como era hace 12.800 millones de años, es tan grande como la Vía Láctea y alberga en su centro un agujero negro supermasivo que contiene tanta materia como por lo menos mil millones de veces la de nuestro Sol.


    Es sorprendente que una galaxia tan grande ya existiera cuando el universo sólo tenía alrededor de un 6 por ciento de su edad actual, y que albergase un agujero negro con una masa de por lo menos mil millones de veces la del Sol. La galaxia y el agujero negro tuvieron que haberse formado muy rápidamente en el universo temprano.

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  2. Agujeros negros mastodónticos empujan al universo a su fin



    Los mastodónticos agujeros negros del centro de la mayoría de las galaxias pueden estar empujando el universo más cerca de su final

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  3. (noticia anterior)

    LOrena Cristina y Esther

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  4. Identifican por primera vez dos agujeros negros que orbitan entre sí

    Según han señalado astrónomos estadounidenses y ha publicado la revista Nature, dos inmensos agujeros negros parecen estar orbitando el uno en torno al otro, en una especie de “baile cósmico” en el centro de una galaxia lejana.

    Se trata de dos agujeros negros supermasivos, que son objetos celestes con una gran atracción gravitacional, y se encuentran atrapados en una órbita a unos 5.000 millones años luz de la Tierra.

    Estamos ante la mejor evidencia hasta la fecha de dos agujeros negros que se orbitan mutuamente, y algunos astrónomos aseguran que en un futuro podrían fundirse en un agujero negro de mayor tamaño.

    El menor de los dos agujeros negros posee una masa 20 millones de veces mayor a la del sol, mientras que el más grande posee 1.000 millones de veces la masa solar. Orbitarse entre sí les lleva cerca de 100 años y están ubicados a unas 3/10 partes de un año luz el uno del otro


    Laura Irisarri 1° B
    23 de octubre de 2009

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  5. Encontrado un agujero negro gemelo al de la Vía Láctea

    Según astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias en España y gracias al NACO, un instrumento de óptica adaptativa en el Telescopio Muy Grande del Observatorio Europeo del Sur, la galaxia conocida como NGC 253 nos ha deparado una sorpresa curiosa, un posible gemelo de nuestro agujero negro de la Vía Láctea.

    Esta galaxia en espiral, es una de las más polvorientas y brillantes del cielo, y se encuentra en una intensa formación estelar continua. Gracias al NACO, se descubrió que apenas tenía 11 años luz de diámetro, y se identificaron 37 regiones brillantes distintas empaquetados en una diminuta región en el núcleo de la galaxia que forma apenas un 1 por ciento del tamaño total de la misma.

    “Ahora pensamos que estas son probablemente guarderías muy activas que contienen muchas estrellas saliendo de sus huevos de polvo y en el centro de la NGC 253 se alberga una versión a escala de Sagittarius A*, la brillante fuente de radio que yace en el núcleo de la Vía Láctea y se sabe que alberga un agujero negro masivo”, aseguró el equipo de José Antonio Acosta-Pulido

    “Por tanto hemos descubierto lo que podría ser un gemelo de nuestro centro galáctico”, concluyeron.

    Flavia Jimenez 1°B
    23 de octubre de 2009

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  6. ¿Los agujeros negros se comerían todo el universo?

    La respuesta a esto deja de ser complicada y es bastante simple... No,Stephen Hawking lo hizo junto a Roger Penrose hace aproximadamente 40 años el definir que son los agujeros negros,como el horizonte de sucesos dentro del cual todo objeto es absorbido hacia el centro de dicha singularidad. Pues bien,¿a qué nos referimos con horizonte de sucesos?, ¿recuerdas el radio de Schwarzchild? bueno,si no lo recuerdas era el radio a partir del cual un agujero negro tragaba irremediablemente a todo objeto,es decir,que los agujeros negros no son todos del tamaño del universo (es más, no se sabe a ciencia cierta el tamaño del universo aunque se tiene una idea).

    Esto significa que los agujeros negros podrán tragarse cuerpos cercanos pero no absorberán a todos los objetos del universo. A no ser que un porcentaje considerable de la materia en el universo se convierta en agujeros negros... pero eso es improbable.

    El efecto es similar al de la gravedad normal, éste tiene un campo de acción del cual no logra alterar en gran medida los demás objetos, por ejemplo, la atracción gravitatoria terrestre como por ejemplo: la Luna y algunos planetas pero no afecta a las estrellas que componen toda la vía láctea.

    Especulaciones

    Respecto a este tema se ha especulado mucho, se han presentado una serie de teorías, algunas disparatadas y otras no tanto, se dice de los agujeros negros que son la puerta al cielo, mientras que otros plantean que los agujeros negros podrían ser una especie de tele transportadores de la materia (esta visión fue presentada inicialmente hace más de 25 años en la serie "Star Trek") pero todas ellas no son mas que conjeturas sin base plenamente demostrable. Lo único cierto es que, hablando respaldados por la ciencia, un agujero negro posee un límite en su radio de acción, así que calma, que hasta donde sabemos el universo va a seguir su marcha inexorable.

    Por Nerea y Aida

    30 de octubre de 2009

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