Monte Beriáin

Monte Beriáin
Monte Beriáin (San Donato). Foto cedida por Víctor Abendaño

viernes, 5 de febrero de 2010

PROTOCOLO DE KIOTO por Esther Perez y Carlos Virto de 1º B

El 11 de diciembre de 1997 los países industrializados se comprometieron, en la ciudad de Kioto, a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero. Los gobiernos signatarios de dichos paises pactaron reducir en al menos un 5% en promedio las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990.
Una cuestión a tener en cuenta con respecto a los compromisos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero es que la energía nuclear queda excluida de los mecanismos financieros de intercambio de tecnología y emisiones asociados al Protocolo de Kioto, pero es una de las formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en cada país. Así, el IPCC en su cuarto informe, recomienda la energía nuclear como una de las tecnologías clave para la mitigación del calentamiento global.
La no ratificación de Kioto por parte de EEUU fue un severo golpe al acuerdo, ya que este país significa el 36% del esfuerzo de Kioto y este no podría entrar en vigor si no se llegaba al 55% del compromiso. Tampoco lo ratificaron Australia, Liechtenstein y Mónaco.
Con la ratificación de Rusia se logró el apoyo del 61% de los compromisos.
La India y China, a pesar de haber ratificado el protocolo de Kioto, han sido excluidos por el momento de tener que asumir compromisos vinculantes de limitación de sus emisiones, debido a su menor nivel de desarrollo. Ambos son potentes emisores ya que en conjunto, el CO2 emitido desde sus industrias y resto de actividades, constituye la segunda fuente de contaminación del planeta, superada únicamente por Estados Unidos.
Pero el Protocolo de Kioto establece en uno de sus principios inspiradores que, la mayor parte de responsabilidad del problema recae hasta el momento, en los países desarrollados, y por tanto son ellos los que en primer lugar han de dar ejemplo a los demás de cómo pueden recortar emisiones.

2 comentarios:

  1. Miriam Antón Jiménez 1ºA

    Protocolo de Kioto

    Se convierte en ley internacional el único acuerdo de reducción de gases de efecto invernadero con objetivos concretos y vinculantes para los países industrializados, los causantes del calentamiento global.
    Para Ecologistas en Acción esto es un paso muy importante para vencer las fuertes resistencias con que se encuentra la lucha contra el cambio climático. A partir de ahora las emisiones de gases de efecto invernadero serán un problema de primer orden para todos.
    En Kioto se acordó una reducción en las emisiones de CO2, el principal causante del efecto invernadero, y otros cinco gases (metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonados, perfluorocarbonados y hexafluoruro de azufre) por una cuantía global del 5% respecto a 1990 que tendría que alcanzarse entre 2008-2012. Los compromisos para cada uno de los países son muy diferentes: algunos tienen que abordar fuertes reducciones, como Luxemburgo (-28%), Alemania o Dinamarca (-21%), moderadas como Japón (-6%) y otros pueden aumentarlas hasta cierto límite, como España (+15%) o Portugal (+27%).
    Precisamente la pequeña cuantía de la reducción global, que permite el aumento de emisiones en países desarrollados como por ejemplo ya era el nuestro hace seis años, es la mayor limitación del Protocolo de Kioto como herramienta para frenar el cambio climático. El movimiento ecologista denunció desde el primer momento que la disminución de emisiones planteada en Kioto era muy insuficiente y Ecologistas en Acción siempre manifestó que a España debería asumir un objetivo de reducción y no de aumento. A esto se añade que se han admitido procedimientos en el acuerdo que permiten escapar de la obligación fundamental que es evitar las emisiones sobre todo reduciendo la necesidad de quemar combustibles fósiles.

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  2. La Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro en 1992, marcó la toma de conciencia internacional sobre el riesgo del cambio climático. Los países más ricos, para los que una disminución del crecimiento parece ser más llevadera y que, por otra parte, han sido los responsables de las emisiones más importantes, se han comprometido en el año 2000 a estabilizar sus emisiones en los niveles de 1990. En 1997, el Protocolo de Kyoto, el que afirmó estos compromisos cuantitativos jurídicamente.
    Los gases de efecto invernadero son:
    - Dióxido de carbono (CO2): que proviene esencialmente de la quema de combustibles fósiles y de la deforestación.
    - Metano (CH4): su origen principal proviene de rumiantes, del cultivo de arroz, de los vertederos de residuos municipales, del petróleo y del gas.
    - Halocarburos (HFC y PFC): son los gases utilizados en sistemas de refrigeración y la producción de frío, los gases propulsores de aerosol.
    - Óxido nitroso (N2O): proviene de la utilización de fertilizantes nitrogenados y de determinados procesos químicos.
    - Hexafluoruro de azufre (SF6): utilizado, por ejemplo, en los transformadores eléctricos.
    Los países firmantes denominados “anexo” (países desarrollados y en transición hacia una economía de mercado como Rusia) han aceptado, globalmente, reducir en -5,5% sus emisiones de gases de efecto invernadero durante el período 2008 — 2012 en comparación al nivel obtenido en 1990.
    Estados Unidos ha aceptado una reducción del 7%, Japón del 6% y la Unión Europea la reducción de un 8%. Como resultado de este compromiso, la UE ha considerado necesario hacer una distribución de la carga de este objetivo entre todos los países miembros.
    Rusia también ha ratificado el Protocolo de Kyoto. No obstante, los Estados Unidos, que emiten entre el 30 y el 35% del total de emisiones de gases de invernadero de origen humano, en el 2001 decidieron no ratificar el Protocolo. Pero, parece ser que, en la actualidad, intervendrán.
    Los compromisos asumidos por los países desarrollados son ambiciosos. Para facilitar su cumplimiento, el Protocolo de Kyoto prevé para estos países la posibilidad de utilizar los mecanismos llamados de flexibilidad para complementar las políticas y medidas que cada uno de ellos deberá aplicar a nivel nacional.
    Estos mecanismos son tres:
    - Los “permisos de emisión”: esta disposición permite vender o comprar derechos de emisión entre países industrializados.
    - La “Aplicación Conjunta”: permite, entre los países desarrollados, hacer inversiones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero fuera del territorio nacional y beneficiarse con créditos de emisión generados por reducciones obtenidas.
    - El “Mecanismo de Desarrollo Limpio”: similar a la disposición anterior, con la diferencia que las inversiones son hechas por un país desarrollado en un país en desarrollo.
    A nivel comunitario, la Unión Europea pone en marcha los instrumentos jurídicos necesarios y refleja su determinación de aplicar las disposiciones del Protocolo de Kyoto.

    Andrea Fernández

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