Monte Beriáin

Monte Beriáin
Monte Beriáin (San Donato). Foto cedida por Víctor Abendaño

domingo, 8 de noviembre de 2009

ASTEROIDES por Miriam Antón Jiménez 1º A

Serie de objetos rocosos o metálicos que orbitan alrededor del Sol, la mayoría en el cinturón principal, entre Marte y Júpiter. Algunos asteroides, sin embargo, tienen órbitas que van más allá de Saturno, otros se acercan más al Sol que la Tierra. Algunos han chocado contra nuestro planeta. Cuando entran en la atmosfera, se encienden y se transforman en meteoritos. A los asteroides también se les llama planetas menores. El más grande es Ceres, con 1.000 Km. de diámetro. Después, Vesta y Pallas. La masa total de todos los asteroides del Sistema Solar es mucho menor que la de la Luna. Los cuerpos más grandes son más o menos esféricos. Lo más probable es que ocupen el lugar en el Sistema Solar en donde se podría haber formado un planeta de tamaño considerable, lo que no ocurrió por las influencias disruptivas de Júpiter. Las tres cuartas partes de los asteroides visibles desde la Tierra, incluido Ceres, parecen estar relacionados con una clase de meteoritos conocidos como condritos carbonáceos, que son los materiales más antiguos del Sistema Solar, con una composición que refleja la de las primitivas nebulosas solares. Los asteroides relacionados con los meteoritos pétreos-ferrosos, constituyen aproximadamente el 15% del total. http://www.astromia.com/solar/asteroides.htm

1 comentario:

  1. El universo no se diferencia mucho de otras realidades cotidianas. El precio de vivir cómodamente en un planeta soleado y con buenas vistas se traduce en un contrato inmobiliario donde los efectos secundarios vienen en letra pequeña. Y es que a nuestro jardín le ha salido un obstáculo en forma de pedrusco: los asteroides. Su particular existencia deriva de los fragmentos de material rocoso que nunca llegaron a convertirse en planetas hace 4.500 millones de años, la época en la que empezó a constituirse todo el Sistema Solar. Desde entonces, esta región es un gran campo de tiro en el que ningún planeta, incluida la Tierra, está a salvo.
    La mayor parte de los asteroides se encuentran confinados en un anillo alrededor del Sol, entre las órbitas de Marte y Júpiter, el llamado cinturón de asteroides. Sin embargo, algunos consiguen fugarse tras chocar entre sí y se colocan en órbitas inestables que, por el efecto gravitatorio de los planetas, llegan a cruzarse con la Tierra. Los fragmentos de asteroides que sobreviven a la abrasadora caída a través de la atmósfera terrestre son los meteoritos. Su análisis permite elaborar un retrato robot del origen del Sistema Solar y reconstruir los diferentes escenarios de la evolución de nuestro planeta y de nuestra especie.
    Tan importante es el objeto del delito como las huellas que deja. Un rasgo distintivo de los meteoritos son los cráteres que forman tras el impacto. Aunque hace apenas 25 años se pensaba que su origen era volcánico, hoy se han identificado más de 170 cráteres en la superficie terrestre, la mayoría de ellos con menos de 200 millones de años de edad. La actividad volcánica, los movimientos tectónicos, la erosión producida por agentes atmosféricos y las transformaciones causadas por los seres vivos han borrado de la superficie muchos de los cráteres más antiguos, mientras que otros permanecen escondidos en el fondo de los océanos.
    Andrea,Claudia y Alaitz
    8 de noviembre de 2009

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