Monte Beriáin

Monte Beriáin
Monte Beriáin (San Donato). Foto cedida por Víctor Abendaño

domingo, 16 de mayo de 2010

LA CUMBRE DE COPENHAGUE CON UN ACUERDO DE MÍNIMOS de "Público"

La cumbre sobre el cambio climático de Copenhague se cerró con un acuerdo de mínimos, que tuvo la oposición abierta y dura crítica de varios países como Venezuela, Nicaragua, Cuba o Bolivia.
Apenas cinco horas después de que Barack Obama abandonara la cumbre de Copenhague con un supuesto "acuerdo" para frenar el cambio climático bajo el brazo, varios de los delegados de los 192 países que debatieron el texto en un plenario de madrugada dejaron claro que era insuficiente y que, además, no era tal acuerdo.
Sin embargo, pese a las expectaciones creadas, no es vinculante, no contiene cifras de recorte de emisiones de CO2, ni la creación de un sistema de control internacional para verificar las emisiones de los países emergentes (China, India, Brasil). Pero pone dinero encima de la mesa: 30.000 millones de dólares para pagar la adaptación al cambio climático de los países pobres entre 2010 y 2012. Y fija un vago objetivo de evitar una subida de más de dos grados en la temperatura del planeta.
Tras lograr el "acuerdo", el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró en una rueda de prensa que trabajará para convertir ese texto "en un tratado legalmente vinculante en 2010". Ban destacó que "los cimientos del primer acuerdo global para limitar los gases de efecto invernadero se han puesto en esta cumbre", aunque no precisó fecha alguna. Sí se encargó de recordar que la presidencia de la próxima conferencia sobre el cambio climático tendrá lugar en México el año que viene, dando por hecho que allí se lograrán más avances.


El supuesto Acuerdo de Copenhague fue cocinado por 26 países -entre ellos EEUU, Brasil, India, China, Francia y España- escogidos por la presidencia danesa de la cumbre entre los 192 presentes. Las potencias mundiales suscribieron el texto ayer por la noche pero, según las reglas de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el acuerdo tiene que ser aprobado por unanimidad en un plenario. Muchos países se sintieron excluidos y, además, decepcionados por el esmirriado resultado de una de las cumbres con más líderes mundiales de la historia.
Las ONG también rechazaron el acuerdo impulsado por EEUU y la UE. "La ciudad de Copenhague es hoy el lugar del crimen climático, con los culpables huyendo avergonzados al aeropuerto", aseguró Greenpeace, en referencia a la mayor parte de los 120 líderes mundiales presentes en la cumbre, que abandonaron la capital danesa antes de que el magro acuerdo fuera aprobado en el plenario.
La Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, reconoció anoche el descalabro: "El documento no es todo lo ambicioso que la UE hubiera deseado, pero la única alternativa que teníamos era el absoluto fracaso".

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