Monte Beriáin

Monte Beriáin
Monte Beriáin (San Donato). Foto cedida por Víctor Abendaño

domingo, 16 de mayo de 2010

MANCHA DE PETRÓLEO EN EEUU de "Público" 1 de Mayo de 2010


Lo que empezó el 20 de Abril como un accidente relativamente anodino en una plataforma petrolífera del Golfo de México podría convertirse en la peor catástrofe ecológica de Estados Unidos.
De momento, la marea negra empezó ayer a llegar a las costas de Luisiana en largas tiras de crudo.
BP reconoce que la marea negra es cinco veces mayor de lo esperado.  La mancha, de una circunferencia de unos 960 kilómetros, más o menos del tamaño de Jamaica, avanza hacia las costas de Luisiana y Alabama. Se han instalado cientos de metros de barreras flotantes para evitar que el crudo contamine la zona. La mancha negra también podría alcanzar Texas, Misuri y Florida.

Obama dice que la petrolera tendrá que pagar todos los gastos

El secretario de Interior (que en EEUU se ocupa de todo lo que tenga que ver con el territorio y el medio ambiente), Ken Salazar, ha mandado equipos de inspección a las otras plataformas petrolíferas del Golfo de México para tomar precauciones adicionales. De momento, la Casa Blanca ha suspendido nuevas exploraciones en la zona. El principal consejero del presidente Obama, David Axelrod, anunció ayer que "ninguna nueva perforación ha sido autorizada y ninguna lo será hasta que no se haya determinado qué pasó exactamente". Esta zona, de alto valor ecológico, está también densamente poblada de negocio petrolífero: hay 30 pozos y 47 plataformas de producción de crudo.
Obama, que el pasado marzo aprobó la exploración petrolífera a lo largo de ciertas zonas de la costa estadounidense, levantando una moratoria de casi 30 años, quiso dejar claro que el accidente no cambiaba en nada su posición. "Sigo pensando que la producción petrolífera es una parte importante de nuestra estrategia y seguridad energéticas, pero debe hacerse de forma responsable".
La explosión de la plataforma Deepwater Horizon se produjo el pasado día 20 de Abril. Once personas murieron y otras 115 tuvieron que ser evacuadas.
En peligro ahora está el delicado sistema de marismas costeras del delta del Misisipi, donde viven 400 especies animales y vegetales, como manatíes, marsopas o pelícanos. También es zona de paso de millones de aves migratorias. Los expertos estiman que, de seguir a este ritmo durante un mes, la catástrofe podría superar la del Exxon Valdez, que derramó más de 41 millones de litros de crudo.

"Es la mayor catástrofe ocurrida en una plataforma en los últimos 40 años", declaró el especialista en temas petrolíferos Dagmar Schmidt Etkina la agencia Bloomberg. "Estas explosiones no suelen ocurrir, y cuando ocurren, son unos pocos barriles". Al tratarse de crudo más ligero que el del Exxon Valdez, "el impacto tóxico será mayor que el producido por el crudo espeso" del buque.
"Esto es algo muy, muy gordo", dijo David Kennedy, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Además de ambientales, las consecuencias económicas podrían ser devastadoras.
La última iniciativa conocida ayer era tratar de inyectar, en el mismo boquete, el potente disolvente que se usa normalmente en la superficie para deshacer la masa de crudo. BP ha pedido también al Departamento de Defensa equipos submarinos para llegar al pozo petrolífero.

1 comentario:

  1. UN NUEVO ESCÁNDALO PLANETARIO por Juán López de Uralde (director ejecutivo de Greenpeace)

    Los que hemos vivido algunas mareas negras sabemos muy bien que una vez que el petróleo llega al medio ambiente poco se puede hacer por reducir su terrible impacto sobre el ecosistema. No puede haber otra prioridad ahora que parar ese vertido al mar de casi 1.000 toneladas al día.
    Lo que estamos viendo estos días en el Golfo de México es un escándalo de dimensiones planetarias que dejará pequeños al Exxon Valdez o al Prestige. Pero, sobre todo, pone en cuestión la credibilidad de un sector, el petrolero, cuyo récord de agresiones a la Tierra alcanza nuevas cotas con este vertido. La petrolera BP debe parar ese vertido. No hay excusas. Si no lo hace llevará a la ruina a un ecosistema único y a miles de personas.
    Las barreras para retener el crudo tienen una efectividad muy limitada. En cuanto sopla el viento, el petróleo las salta sin problema. Los disolventes causan mas daño que el que palían. Como ya vimos en Galicia, solo las manos, las palas y las excavadoras sirven para retirar el crudo al llegar a tierra. En el mar, igualmente, hay que absorberlo por medios mecánicos. No hay otra vía para tratar de reducir su impacto.
    Este vertido tiene la virtud, al menos, de haber dejado en evidencia a Obama en su decisión de reabrir la costa americana a la explotación petrolífera. Nos preguntamos ahora qué debe ocurrir para dar la vuelta a la inacción contra el cambio climático, causado por el mismo petróleo que hoy ensucia la costa de Luisiana. Ya es hora de poner en evidencia al dañino y poderoso lobby petrolero.
    Han pasado cinco meses desde que en Copenhague los líderes mundiales mostraran su desinterés por salvar la Tierra. Ahora con el grifo de crudo abierto en el Golfo de México nos preguntamos cuanta más destrucción hace falta para que se ponga freno a una adicción, la del petróleo, que nos lleva a la destrucción. Tenemos la tecnología. Solo falta la voluntad política para ponerla en marcha. Como primer paso: !paren este vertido!

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